De░vapor░barato░y░otras░angustias(行液俺ンクピ)
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Es jueves: te emborrachas en un lugar de la avenida Gobernadores. Son más de las once de la noche y te das cuenta de que te quedaste dormido en la mesa de la cantina. Las personas con las que agarraste la peda te abandonaron. Revisas la cartera, no te queda efectivo para pagar un taxi. En tu desesperación, pides prestado en la barra; obviamente te mandan a la chingada. Sudas frío: Nadie te conoce: Las luces moradas se confunden con el fuerte olor de los mingitorios. El polvo penetra en las partes más oscuras de tu cuerpo. Una mesera se acerca y dice que te escuchó hablar con el barista. Afirma que ella puede prestarte dinero, pero primero tendrías que acompañarla a su casa y dejar que te la mame. Es un travesti. Te sientes tan patético que lo único que puedes hacer es aceptar su propuesta JA JA JA JA JA Se ríe de ti a carcajadas y confiesa que solo era una broma. Es José, estudió contigo en la Técnica 27. Sientes alivio cuando te muestra un billete de cien pesos. De todos modos, te vas con ella a su casa.
José Kan
Esa es la angustia que representa un texto como Vapor Barato. Presentamos el primero de los tres poemas que conforman la plaqueta.
【Oda a un caifán de los 80's】
Mi nombre es un cuerpo arrojado a un tumulto
nací y vivo en la ciudad de san francisco de campeche
desde el 25 de mayo de 1965
heredé de mi madre la inmensa necesidad
de lograr que mi vida signifique algo para los otros
y de mi padre la condición de no perseguir nada
salvo los vestidos de encaje de mis hermanas
mi nombre es josé pero todos me dicen yolanda
como la mujer de mi hermano joaquín
la que me dejó por reparar televisiones y lavadoras
la que me dejó con ganas de quitarme la vida a los 16 años
con luces de cantina en lugar de semen
y sartenes llenas de tizne en lugar de carne
mi historia es la de las calles de san josé
y fidel velázquez
la prisa de la gota de sudor por llegar al suelo
y formar parte del charco que da forma a las lámparas
y salones de baile en este andador llamado vida
al que de todas maneras llegué tarde
qué le vamos a hacer
en aquellos días / hace 30 años / el futuro era una mueca embarrada en los espejos del primer centro comercial de la ciudad / en los barrios la gente pasaba las tardes tomando el fresco de una soledad alimentada por un par de baterías
triple A
un día alguien dijo que las bancas de los parques
hablarían por nosotros, cuando las luces de neón del expendio
y la incertidumbre del mañana nos permitieran hablar
desde muy lejos
desde entonces la escalera eléctrica de la plaza
fue el lugar de reunión de ricos y pobres
de infancias y fracasos donde la ciudad prometida por los gobiernos
se quedaba afuera del supermercado como una idea vaga del bienestar común
la plaza fue inaugurada en el 92
pero sus pasillos lucían como si las cosas hubieran existido desde mucho antes
sentada en una banca me miré desde el vitral de una tienda de ropa y pensé:
“seguro que si, será lo primero que hagamos, hay que conseguir una casa”
pero luego ya no supe distinguir mi reflejo en el suelo pulido de aquel palacio
de pronto todo era una noche angosta de paredes quietas
¿cómo fue que caímos en el engaño de creer en la música de fondo?
¡fue la crueldad de la boutique y sus moscas de aparador!
¡fue la crueldad de las bocinas inmensas y dos líneas de coca!
¡fue el sabor que me dejó en la boca la moneda de dos pesos que recibí
por mamarle el culo al hijo más grande de los vecinos!
¡ay, si los baños de la plaza hablaran!
y ahora tenemos que alimentar a nuestros hijos
en tu lugar hay una cartera vacía
una llaga por la cual no vale la pena llorar
porque en tu opinión, desde el atrio de la catedral, los bares y cantinas
no significaron nada para el deseo
de dormir juntos
por eso salgo a buscar formas de que alguien afloje una lana
todos tenemos un santo predilecto al cual señalar como responsable / qué extraña costumbre la de llegar siempre con 15 minutos de atraso / de saberlo te habría llamado todas las noches, pero preferí escribirte sobre mis miedos
por eso los de san francisco no podían pasar así porque sí por santa lucía y viceversa / eran tantas las ganas de llorar que era más sensato escuchar la radio y mamarse con los amigos
¡por eso vivimos peor que una ráfaga de pájaros sedientos!
y los clandestinos eran los rostros de los señores con una cruda inmensa
¿qué vida se supone que tendríamos?
bajo la densa oscuridad de mis puentes, camino entre los viejos vagones de pemex / con el olor del diésel y los pensamientos de una muchacha que me habla de su papá sentada en una oficina de gobierno
qué difíciles aquellos años
mi padre dejó de escribir cuando supo que el miedo
a veces impide que la soledad
pueda exigir ser superada
la fábrica de galletas Richaud sirvió de cobija
para el anhelo de los vecinos que llegaron tarde del trabajo
y que siempre quisieron saber a quienes metía a mi cuarto
por las noches
y yo me perdí como siempre
entre lo que me gustaría hacer y lo que sueño
porque no supe lograr sanar el mal de ojo
no supe cómo explicar que busco una sombra de sustento
que las calles no viven de ser reconocidas con nombres ilustres
y que pienso en mi vida como una ruta de camión que se ahogó
con mi confianza en los sindicatos
hoy en día las escaleras eléctricas están en el abandono
por más que quisieras volver, no puede ser y lo sabes bien / la vieja plaza perdió el esplendor con el que solía soportar los rayos del amor después de las 2 de la tarde
las maquinitas terminaron amontonadas en un local sucio
poco a poco los locales fueron cerrando hasta quedar unas cuantas tiendas de ropa
pero la historia se repite cada 10 o 15 años
siempre aparece una nueva plaza con luces frescas y cines más grandes / mostrando tiendas y emociones de moda / imponiendo otras formas de amar / de expresar la ira y caminar entre las personas con maneras novedosas de rejuvenecer
[y tragarse la inconformidad]
cierro los ojos y los recuerdos de la adolescencia me persiguen todo el tiempo / no puedo evitar mirar con rabia las fotos de las bodas de mis amigos / a veces pienso que no soy digno de estas esquinas /¡no lo soporto! ¡me siento un pendejo!
¡qué difícil aceptar que los ochentas fueron un fracaso!
que no tuve lo necesario para defender mis gritos amargos
y evitar que tu saliva termine en mis rodillas
o en el baño del lugar que siempre escogí como guarida de un vicio / de una comezón
/ o de un incesto
conozco el trayecto de tu cama a mi boca
me sé de memoria la hora en que cierran todas las cantinas del centro / ¡en todas es lo mismo! / siempre termino borracha en una mesa del palacito chino
¡porque no busco tu aprobación!
¡no quiero tu piedad!
quiero mirar la vida como pájaro
quiero poder pagar el alquiler de tus pendejadas
no puedo permitirme el sentimentalismo
¡estoy sentado en la gran urbe del arrepentimiento!
mamo del ganglio injusto de esta ciudad que se quedó atrapada en el tiempo / quiero salir de esta ciudad donde todo se repite / esta ciudad donde levantan y tiran murallas como si fuera el último recurso de la clase política para disimular su falta de imaginación
cada noche camino por la gobernadores y siempre me detengo en las mismas esquinas / me cojo a los mismos borrachos / escupo la entrepierna del mismo policía / acaricio el pecho del inspector del ayuntamiento
rezo por las niñas que he visto crecer en la ex zona de tolerancia / esas que secaron sus lágrimas con el ardor y el asco que me dejó la noche azotada por el dueño del carro último modelo
me caga esta ciudad que nos dejó en el olvido
lejos de las plazas, de las calles limpias, de las sábanas blancas y el lujo del aire acondicionado
estoy sentado en la gran invasión de las farmacias y los oxxos / no soporto verte jugar a la familia feliz, al diputado ejemplar, al poeta que busca llevar una vida decente, a la mujer de vida tranquila / estoy harto de mirarte repetir las mismas canciones
¡ya no sé cómo aceptar que tu verga es una cruz ante la cual
me arrodillo cada que se te pega la gana!
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